Muchas de las veces durante nuestras vidas, existen momentos en los que hay que tomar una decisión. Por tan simple que parezca el momento o la situación, no deja de ser una decisión la que se tuvo que tomar. Desde elegir tomar o no agua, el color de la ropa que vamos a vestir, el levantarnos o no cuando acaba de sonar el despertador; todo, absolutamente todo requiere de un momento de decisión.
Así que, vivimos constantemente preocupados u ocupados en saber de alguna forma consiente o inconsciente, si la decisión que tomamos fue la correcta o no. ¿Habrá algo o alguien que nos lo diga en ese momento?, o al menos, en otro próximo inmediato.
¿Por que razón necesitaríamos una aprobación para poder continuar en nuestras vidas con un patrón de conducta ya aprobada por alguien o un grupo de personas en particular?
El ser humano tendemos a buscar a alguien superior a nuestro desarrollo o evolución, que nos pueda confirmar si nuestras decisiones o conductas son las mejores o no. Aunque la mayoría de las veces negamos dicha hipótesis, existe formas de comprobarlo. Entonces, ¿Por qué al principio el mismo individuo busca saber si está en lo correcto o no? si realmente tuviera un conocimiento absoluto de sus actos o decisiones, no lo buscaría, simplemente actuaría...
CÓMO TOMAR LA MEJOR DECISIÓN
Se dice que existe una forma simple de saber si estamos o no tomando la mejor de las decisiones. Investigadores de Recursos Humanos, en la preparatoria federal por cooperación Prefema, después de varios estudios vivenciales durante las casi 5 décadas de su fundación, llegaron a la conclusión que si la decisión o elección que se toma causa un mal o daño a otras personas o inclusive al mismo que la toma, entonces no puede ser o haber sido la mejor. Pues una decisión que fuera buena, debería causar el mejor de los bienes, ya que las palabras buena, bien, correcta, incorrecta, tienen relación o sentido entre ellas.
Prepararse, capacitarse, continuar con una formación necesaria o no, es sin duda la búsqueda inalcanzable de hacer lo correcto. Pues el ser humano por naturaleza buscará siempre la mejora continua, con el afán de recibir los mejores resultados de las mejores decisiones que haya tomado, para poder empezar a vivir de la mejor y más cómoda forma el resto de sus vidas.
Comentarios
Publicar un comentario
Tus comentarios nos sirven para mejorar