La depresión es una enfermedad o trastorno mental que se
caracteriza por una profunda tristeza, decaimiento anímico, baja autoestima,
pérdida de interés por todo y disminución de las funciones psíquicas.
Con respecto a
la depresión, diversos
investigadores mencionan la importancia que
tiene el ambiente familiar para el desarrollo de este trastorno. Entre
los principales aspectos que han sido identificados como factores de riesgo
destacan la presencia de
problemas de comunicación
entre padres e hijos.
La presencia de depresión en la
adolescencia esta asociada a problemáticas en múltiples ámbitos como el de la salud, el laboral
o el escolar. Es en este
último donde se
pueden apreciar de una manera clara los
efectos de este trastorno en la
adolescencia, debido a
la gran parte del tiempo que los jóvenes pasan en la escuela. En
este sentido, algunos
estudios han encontrado que la presencia de trastornos
depresivos están asociados
a problemas que
influyen en el rendimiento escolar como
el surgimiento de un sentimiento
de incapacidad para
afrontar las exigencias
académicas y poco entusiasmo frente al trabajo
escolar.
también se ha visto una relación
entre la depresión y la baja autoestima, expectativas negativas acerca
del éxito académico y problemas de
conducta e interpersonales, victimización
o aislamiento, delincuencia
juvenil y adicción a
sustancias nocivas.
Las dinámicas familiares
muchas veces suelen ser uno de los principales estresores hacia el adolescente,
recordemos que en esta etapa el adolescente se siente incomprendido y busca diferenciarse
de sus padres lo más posible, por lo que la forma en la que sus padres
reaccionen a su actuar puede ser determinante la existencia de depresión del
adolescente.
El modelo cognitivo de la depresión ha sugerido
que son los factores ambientales los que la explican, a los que se les
ha definido como «sucesos vitales estresantes»; éstos incluyen
situaciones de pérdida y fracaso, así como la muerte de un ser querido.
De esta forma, la relación entre estrés y
depresión se ha centrado en estresores esporádicos, de contenido negativo,
llegando a la conclusión de que tanto el número de estresores como su gravedad
se relacionan con el inicio de un episodio depresivo.
Otro estudio con adolescentes reportó que los que
presentaban depresión de larga duración habían experimentado más sucesos de
vida estresantes relacionados con problemas familiares, mientras que los que
tenían episodios depresivos más cortos presentaron sucesos estresantes
relacionados con el grupo más cercano.
¿Cómo se si mi hijo o alguien cercano a mi tiene depresión?
Si bien la depresión puede producirse
solamente una vez en la vida; por lo general, las personas tienen varios
episodios de depresión. Durante estos episodios, los síntomas se producen
durante gran parte del día, casi todos los días y pueden consistir en:
·
Sentimientos de tristeza, ganas de
llorar, vacío o desesperanza
·
Arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración,
incluso por asuntos de poca importancia
·
Pérdida de interés o placer por la
mayoría de las actividades habituales o todas, como las relaciones sexuales,
los pasatiempos o los deportes
·
Alteraciones del sueño, como insomnio
o dormir demasiado
·
Cansancio y falta de energía, por lo
que incluso las tareas pequeñas requieren un esfuerzo mayor
·
Falta de apetito y adelgazamiento, o
más antojos de comida y aumento de peso
·
Ansiedad, agitación o inquietud
·
Lentitud para razonar, hablar y hacer
movimientos corporales
·
Sentimientos de inutilidad o culpa,
fijación en fracasos del pasado o autorreproches
·
Dificultad para pensar, concentrarse,
tomar decisiones y recordar cosas
·
Pensamientos frecuentes o recurrentes
sobre la muerte, pensamientos suicidas, intentos suicidas o suicidio
·
Problemas físicos inexplicables, como
dolor de espalda o de cabeza
Para muchas personas con depresión,
los síntomas suelen ser lo suficientemente graves para causar problemas
evidentes en las actividades cotidianas, como el trabajo, la escuela, las
actividades sociales o las relaciones con otras personas. Algunas personas
pueden sentirse infelices o tristes en general sin saber realmente porqué.
Síntomas de depresión en niños y
adolescentes
Los signos y síntomas frecuentes de
depresión en los niños y adolescentes son similares a aquellos en los adultos,
pero puede haber algunas diferencias.
·
En los niños más pequeños, los
síntomas de depresión pueden consistir en tristeza, irritabilidad, apego,
preocupación, dolores, negarse a ir a la escuela o bajo peso.
·
En los adolescentes, los síntomas
pueden comprender tristeza, irritabilidad, sentirse negativo e inútil, ira,
bajo rendimiento o poca asistencia a la escuela, sentirse incomprendido y
extremadamente sensible, consumir drogas de uso recreativo o alcohol, comer o
dormir demasiado, autolesionarse, perder el interés por las actividades
habituales y evitar la interacción social.
Si como padre detecta que su hijo puede tener depresión
o incluso propiamente tu detectas que puedes tener depresión es importante acudir
con un profesional de la salud para que se le otorguen instrucciones, es
importante darle la importancia merecida a este trastorno.
Si detecte estos síntomas, ¿Cómo abordo a mi hijo?
- Investiga:
infórmate sobre el tema, lee todo lo que puedas, incluso puedes preguntar a un
psicoterapeuta como abordar a tu hijo.
- Habla
con el: hazle saber que lo entiendes y sabes por lo que esta pasando
- bríndale
ayuda: llévelo con un terapeuta, para que los oriente mejor. Escúchelo, trate
de comprender por lo que esta pasando, motívele a ejercitarse, haga participe a
toda la familia en este proceso de apoyo; creando nuevas rutinas, comiendo más
saludable o encontrar alguna actividad que puedan hacer todos juntos.
Si necesitas
ayuda, puedes entrar a esta página:
https://ayudaparadepresion.org.mx/
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